Había una vez tres lobitos bastante vulnerables que tenían un físico y un carácter indefinibes. Se mudaron a un espacio vírgen.
Cada uno se construyó su propia casa para protegerse del cerdito feroz. El primero la construyó de paja y el segundo de madera de modo que les dio tiempo a jugar. El tercero la construyó de ladrillo y aunque no le dio tiempo a jugar se quedó tranquilo de que el cerdito feroz no le cogería para hacerle pedazos. En ese momento apareció el cerdito, muy atildado, con un esmoquin y con un aspecto desafiante.
Los lobos corrieron a sus casitas y asustados se escondieron debajo de sus camas. Se dieron cuenta de que el cerdito no era nada asertivo con su almuerzo.
El cerdito se plantó en la casita de paja y con bastante desparpajo le informó de que tiraría su casita si no se dejaba ganar. El cerdito comenzó a soplar y a soplar. La casita se vino abajo y el pobre lobito salió corriendo a casa de su hermano y se escondió.
El cerdito sopló y sopló y la casa de madera se vino abajo. Los dos hermanos salieron corriendo atónitos por la fuerza del cerdito. Ya en casa del hermano mayor el cerdito amenazó con tirar nuevamente la casa abajo pero no lo consiguió porque el ladrillo y el cemento eran muy resistentes. El cerdito, imperturbable, buscó una solución para entrar y escaló a la chimenea pero los lobos habían encendido el fuego y se quemó.
Los lobos no volvieron a ver al cerdito feroz más en su vida.
Los tres lobitos by adri1999
1 comentario:
Estupendo Adriana. ¡Felicidades!
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